Un estudio reciente de la Universidad de Viena y la ETH Lausana llegó a un resultado preocupante: la abrasión de la goma de los pies de gato en las salas de escalada libera partículas finas que contienen sustancias químicas potencialmente dañinas, y en concentraciones que a veces son incluso más contaminadas que el aire de las calles concurridas.
El equipo de investigación dirigido por Anya Sherman y el profesor Thilo Hofmann examinó la composición de las suelas de las zapatillas de escalada y descubrió que muchos de los aditivos y productos químicos utilizados son idénticos a los que se emplean en los neumáticos de los automóviles. Las suelas están diseñadas para ser flexibles y tener buen agarre, pero estas mismas propiedades hacen que se desgasten mucho al escalar.
Peligro invisible: partículas finas en el aire de la sala
Al practicar escalada y boulder, es bien sabido que las suelas de los zapatos de escalada se desgastan en los agarres y las estructuras de las paredes. Al escalar en interiores, esto provoca que partículas microscópicas finas se acumulen en el aire.
Las partículas son tan finas que pueden penetrar profundamente en el tracto respiratorio, hasta llegar a los pulmones.
Utilizando un dispositivo de medición especial, el llamado impinger, los investigadores recogieron muestras de aire en varias salas de búlder de Viena. El análisis mostró que las partículas son tan finas que pueden penetrar profundamente en el tracto respiratorio, hasta los pulmones.
Anya Sherman y el profesor Thilo Hofmann presentan los resultados
Lo que es especialmente alarmante es que la concentración de estos productos químicos derivados del caucho era incluso mayor en algunos pasillos que en las intersecciones más transitadas. “Fue una gran sorpresa para nosotros”, dice Anya Sherman, “porque normalmente se espera un ambiente saludable al hacer ejercicio”.
Riesgos para la salud y falta de regulación
Las partículas inhaladas transportan los productos químicos contenidos en el caucho. Dependiendo de su tamaño, pueden instalarse en la garganta, en los bronquios o profundamente en los pulmones. Los efectos a largo plazo sobre la salud han sido poco investigados hasta ahora, pero se sospecha que muchos de los aditivos utilizados causan irritación respiratoria u otros problemas de salud.
Las consecuencias a largo plazo para la salud han sido poco investigadas hasta ahora.
Es sorprendente que actualmente no exista ninguna normativa legal que regule el uso de dichos productos químicos en el calzado de escalada, a pesar de que su abrasión y el estrés asociado en los rocódromos interiores son prácticamente inevitables.
¿Qué pueden hacer las salas y los fabricantes?
La buena noticia: muchos gimnasios de escalada ya están reaccionando y están implementando una limpieza más frecuente y una mejor ventilación para reducir la exposición a la abrasión del caucho y al polvo de magnesio. Pero los investigadores subrayan que la verdadera responsabilidad recae en los fabricantes. Deberían repensar la composición material de sus productos y desarrollar alternativas más seguras.
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Créditos: imagen de portada Universidad de viena